Un estado láico y aconfesional que enmascara a un estado católico de facto

El Dios en el que creo no se ofende (ni le molesta ni se queja ni denuncia a las autoridades humanas) porque no crean en él, ni porque le pretendan insultar, ni porque se sientan insultados quienes creen en él cuando alguien lo pretende insultar, ni porque haya quienes defiendan a los que se sienten insultados cuando alguien lo pretende insultar.

El Dios en el que creo solo quiere la paz, la buena convivencia entre sus hijos como hermanos que son, la armonía de la naturaleza, el respeto a las variadas opiniones, a las variadas creencias, expresadas públicamente o no.

La armonía de la naturaleza es la palmera que se deja torcer por el viento, y es el viento que se deja partir en dos por la palmera. Es el capote que acaricia los cuernos del toro, y los cuernos del toro que acarician el capote. Es la roca que se deja golpear por la ola sin haberla ofendido de nada, y la ola que no se ofende porque la roca le impida el paso hacia la tierra adentro.

Nada que ver con la ley.
Parece que el artículo 525 de nuestra constitución dice:

"Incurrirán en la pena de multa de ocho a doce meses los que, para ofender los sentimientos de los miembros de una confesión religiosa, hagan públicamente, de palabra, por escrito o mediante cualquier tipo de documento, escarnio de sus dogmas, creencias, ritos o ceremonias, o vejen, también públicamente, a quienes los profesan o practican".

Entonces pregunto ¿por qué NO se condenó públicamente desde el Estado de Derecho español las publicaciones de chistes sobre Mahoma de la revista francesa Charlie Hebdo en 2011? ¿Porque era más condenable los asesinatos que sucedieron después? ¿Y por qué no se condenan después (y antes) las demás publicaciones al respecto?

¿O es que el Islamismo no es una confesión religiosa constitucional y legalmente defendible?

Peor lo pongo, ¿Es que el ateísmo no es una confesión religiosa constitucional y legalmente defendible?

Porque a mi entender, pudiera ser que se ofendiera a un mulsulmán dibujando a un Mahoma o a un Alá, ya que para ellos no hay una imagen de su Dios ni de su Profeta.

Esto es igual que tampoco existe imagen del Dios católico. De hecho las propias esculturas que vemos en las Iglesias, por no decir las pinturas de la Capilla Sixtina, deberían dejar de estar si hacemos caso a la Biblia, que dice en el libro del Éxodo 20:4, 5 “No debes hacerte una imagen tallada ni una forma parecida a cosa alguna que esté en los cielos arriba o que esté en la tierra debajo o que esté en las aguas debajo de la tierra. No debes inclinarte ante ellas ni ser inducido a servirlas, porque yo Jehová tu Dios soy un Dios que exige devoción exclusiva”.

Porque también a mi entender, pudiera ser que se ofendiera a un ateo cuando se glorifican los actos divinos que resultan positivos para las personas, expresándolos públicamente, y no se condenan los actos divinos que resultan negativos para las personas, al no permitirse su expresión públicamente.







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