LAS TRADICIONES
Los oficios de cantero y marmolista son transmitidos de padres a hijos; éstos empezaban a trabajar desde una edad muy temprana.
Cabe realzar la gran disposición y el valor que tenían nuestros canteros que, junto con el espíritu de sacrificio, sacaban adelante un duro trabajo. Muestra de esto son las señales que hoy en día aún pueden verse en las manos de algunas de nuestras antiguas generaciones, llenas de grietas, durezas y un sinfín de cicatrices, así como en esa mirada embriagada por la emoción y añoranza cuando nos hablan de aquella época.
COSTUMBRES
La subida a la cantera siempre se realizó andando. Los canteros de mayor edad que trabajaban en las canteras más lejanas subían en burro. Más adelante, con la llegada de camiones para el transporte, los trabajadores aprovechaban los viajes de carga y descarga de los mismos y se subían a los vehículos aún en marcha para poder ahorrar así parte del camino a pie.
Las herramientas de trabajo, debido a que eran muy pesadas, las dejaban guardadas en los “cortijos”, pequeñas construcciones de una sola habitación donde también estaban la ropa del trabajo y la comida.
La alimentación del cantero era enviada en los cestos con los arrieros en los burros y básicamente consistía en un trozo de pan y tocino o embutidos en el desayuno y un almuerzo de migas de cantero. Con la sustitución de los burros por Land Rovers se incrementó la variedad y posibilitó alternar las comidas con puchero de tocino y todos los avíos. En todas las comidas siempre se incluía la carne de choto o de cerdo.
Los canteros solían usar sus ropas más viejas y desgastadas para trabajar. El calzado que utilizaban era el típico de la época, hecho de esparto (esparteñas), o de goma (abarcas o albarcas) que duraba más. En los años cincuenta este calzado fue sustituido por botas y zapatos de cuero.
CELEBRACIONES Y CREENCIAS RELIGIOSAS
Macael siente una gran devoción por su patrona, Ntra. Sra. la Virgen del Rosario, a la cual las mujeres y madres encomendaban la protección de los canteros. El día de su festividad, el 7 de octubre, se pasea en procesión por las calles del pueblo.